El ollie es uno de los trucos más básicos. No digo el más básico por que no me atrevo a pasar por alto los dos actos previos a cualquier posible intento de ollie. Sin haber superado el hecho de mantenerse en pie sobre la tabla y el de sacar uno de los pies para propulsarse, no hay ollie que valga. Ese ollie en parado que hace el colega de tu colega que afirma que patinó y lo dejó por que se hizo pupa, no me vale. O te das pata y haces ollie o estás obviando el principio básico de la diversión sobre una tabla de skate. Desplazarse.
Reparo en el ollie a día de hoy por haber visto casualmente dos cosas relacionadas con este truco en mis andanzas a la caza de las noticias de Dogwaymedia.com. Este encuentro me ha hecho recordar una conversación reciente en la en un sofá tres patinadores rememoraban ollies que les han hecho estremecerse. El primero que os voy a mostrar es el que yo mismo defendía a capa y espada como el ollie más impresionante de la historia del skateboarding. Los demás, sencillamente quedarán más abajo que eeste de Jeremy Wray.
Bajo este magistral ollie (Y siempre bajo él) situo el defendido por la sección italiana de esa mencionada conversación a tres bandas. Davide pasó un par de noches sin dormir demasiado bien debido a que Dennis Busenitz y el truco final de su parte en el vídeo Adidas Diagonal le estaban afectando al sueño. Hay que reconocer que tanto Busenitz como su ollie son dos elementos a respetar y admirar, pero como ya he dicho, aún siendo más que de mi agrado, este ollie no supera el flirteo con la muerte de Jeremy. Dejo aquí una captura del momento y su parte completa del vídeo para el disfrute del lector.
Tras estos dos ollies debería ir el propuesto por la representación sudafricana de la multicultural reunión, pero si bien mis estudios primarios, mis capacidades autodidactas y mis farandulismos amorosos me cuasicapacitaron para transmitir ideas en lengua inglesa, tales metodos de aprendizaje no hicieron lo mismo con la capacidad de recibirlos. Habla chucho que no te escucho. Para que nos entendamos… Giovani, el postadolescente que completaba el triangulo conversador, habló de su ollie favorito, pero como ya dije, apenas le entendí y tal y como hice con mis anteriores compañeros de piso extranjeros, me limité a asentir con la cabeza y sonreir. En su lugar (Por no dejarlo vacío) os pongo un clip de youtube que dice ser una recopilación de los mejores ollies. No me da ni el tiempo ni la conexión para verlo, así que a ciegas corto y pego en pos de enriquecer un poco esta entrada.
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Hasta la próxima. Un saludo.
Javier Menéndez 